
Hay una serie de factores que nos hacen quedarnos en nuestra rutina, aunque no nos guste, quedarnos en lo que llamamos nuestra zona de confort.
Nuestra zona de confort es aquello que conocemos, el trabajo que tenemos, nuestras relaciones personales, con amigos, pareja etc. Y todo aquello que es nuevo, cambiar de trabajo, dejar a mi pareja, buscar nuevas relaciones…es salir de nuestra zona de confort.
Aquí nuestra mente juega un papel importante. Su función es mantenernos a salvo, y nuestra zona de confort es un entorno seguro, sea agradable o no. Esto nos puede hacer vivir cómoda pero miserablemente. Podemos estar en un trabajo que odiamos, en una relación de pareja que no nos satisface, pero lo conocemos y lo preferimos a buscar algo nuevo y diferente que no sabemos si será mejor o no. La incertidumbre nos impide buscar ese cambio.
Nuestros hábitos, rutinas, habilidades, conocimientos, actitudes y comportamientos son parte de nuestra zona de confort.
Nos hacemos preguntas como… ¿y si dejo esto y no encuentro otro? ¿Y si lo que encuentro no me gusta? ¿Y si y si y si?. Nos ponemos mil excusas y al final no hacemos nada.
Y así podemos pasarnos la vida sin vivir. No estamos viviendo, simplemente dejamos que los años pasen y nosotros solo sobrevivimos.
Hay quien dice que la vida empieza donde termina nuestra zona de confort.
No nos damos cuenta que fuera de nuestra zona de confort hay un mundo de posibilidades, a las que podría ser interesante dar una oportunidad.
Nuestra zona de confort es nuestra jaula de oro. Nuestra prisión.
La vida está ahí fuera, vas a empezar a tener nuevas experiencias, conocer nuevas personas. Tu vida va a cambiar y solo tú puedes hacer que este cambio sea a mejor.
La forma de conseguir lo que quieres es soñar con tu meta, ponerle fecha de caducidad a tu sueño y luego trabajar para alcanzarlo.
Te puede ir muy bien en el futuro. ¡Todo depende de lo que TU CREAS!
Esta zona de confort nos resulta agradable, segura, y nos permite seguir con el “piloto automático” puesto, pero no es un lugar suficientemente estimulante y a la larga si no salimos de ella empezaremos a sentirnos vacíos.
Alrededor de nuestra zona de confort, está nuestra zona de aprendizaje, la zona a la que sales para ampliar tu visión del mundo y lo haces cuando aprendes un idioma, viajas, realizas una nueva actividad, tienes nuevas sensaciones, cambias tus hábitos, haces nuevos amigos o conoces otras culturas. Es la zona donde observar, experimentar, comparar y aprender. Hay personas a las que esto les apasiona y frecuentan esta zona, en cambio, a muchas les asusta y para evitarlo se mueven únicamente dentro de su zona de confort.
Mas allá de la zona de aprendizaje está la zona de pánico, o la zona de no experiencia.
Algunas personas consideran ésta zona como Zona mágica. La zona en la que nos pueden ocurrir cosas maravillosas. Es la zona de los grandes retos.
Habrá quien te diga: ¿Y si te sale mal? Quizá hasta te lo digas tú. Pero la verdadera pregunta es: ¿Y si me sale bien?
¿Piensas que si sales a esa zona no podrás volver atrás? ¿Que tu zona de confort desaparecerá? No lo creas. Lo que ocurrirá es que tu zona de confort y aprendizaje se expandirán. Cambiar no es perder, es ganar. El cambio es desarrollo.
Tenemos miedo a perder, a perder lo que tenemos o peor aún, a perder lo que somos.
Hemos de perder nuestros miedos. Miedo al ridículo, miedo al qué dirán, miedo al fracaso. Aprendamos a llamar a los fracasos aprendizajes. Es algo sencillo, pero muy poderoso. Te hace ver la vida de una forma diferente.
Te voy a dar 5 motivos para salir de tu zona de confort.
Sentir inseguridad es normal. El futuro es incierto y sentimos temor, pero si dejamos que ésto nos inmovilice no podremos desarrollar todo nuestro potencial. Al enfrentarte a tus miedos crecerás como persona y sentirás una gran satisfacción personal.
De pequeños somos más atrevidos, pero a medida que nos hacemos mayores desarrollamos nuestros miedos. Miedo al fracaso y al ridículo, y ésto puede ser un impedimento para seguir con nuestra transformación y desarrollo personal. Cambia la palabra fracaso por aprendizaje, y verás cómo cambia tu perspectiva.
Salir de la zona de confort estimula la creatividad al conocer nuevas posibilidades y romper con lo que es rutinario.
Salir de la zona de confort e intentar conseguir tus objetivos va a tener efectos positivos en tus creencias limitantes, es decir, en la percepción que tienes de ti mismo. Descubrirás que tienes habilidades que no creías y que eres más capaz de lo que pensabas.
Salir de la zona de confort te permite tener nuevas experiencias, hacer nuevas actividades y conocer gente nueva.
Hay estudios que demuestran que adquirir nuevas habilidades nos ayuda a conservar una buena agudeza mental a medida que envejecemos.
Así pues, desafíate a ti mismo, busca nuevos retos, cambia alguno de tus hábitos, apúntate a cursos y actividades. Todo ello, te permitirá salir de tu rutina, conocer gente nueva, ampliar tu círculo de amistades, tener nuevas experiencias, adquirir nuevos conocimientos y crecer como persona.
Entre tú y yo… ¿qué es lo que no te permite dar el salto? Cuéntamelo en los comentarios.
Seguro que has deseado dar un paso al frente, armarte de valor y comerte el mundo, pero quizá no lo has hecho. No te convence la vida que llevas pero no te atreves a cambiarla porque estás en tu zona de confort. Si te da miedo luchar por lo que siempre has soñado, sé valiente y sal de tu zona de confort. ¡Verás que un mundo nuevo y lleno de sorpresas te espera!
¡ATRÉVETE A SOÑAR!
1 Comment
[…] Si quieres conocer formas de salir de tu zona de confort puedes leer mi artículo “ATRÉVETE A SOÑAR“. […]